Circular con un coche eléctrico en Alemania, el país europeo donde más coches de este tipo se venden, es cinco veces más contaminante que en España. El pasado mes de julio publicamos un artículo en el que calculamos en detalle cuánto CO2 genera indirectamente un coche eléctrico en España debido a la electricidad que necesita. Nuestro país tiene una producción bastante limpia, con un casi un 70% libre de emisiones, lo que hace que usar un coche eléctrico tenga un balance muy positivo. Sin embargo, el impacto medioambiental en Alemania, donde casi una cuarta parte de los coches nuevos que se venden son totalmente eléctricos, no es todo lo positivo que cabría esperar.
Teniendo en cuenta lo que contamina un coche medio de gasolina (sumando las emisiones directas y las indirectas generadas en la producción de la gasolina), se da la circunstancia de que, en Alemania, actualmente, circular con un coche eléctrico contamina sólo un 27% menos que un coche de gasolina. En el caso de España, un eléctrico contamina siete veces menos que uno de gasolina. Mientras que un coche de gasolina que consuma 6,5 l/100 km emite, aproximadamente, unos 17,6 kg de CO2 cada 100 km, un eléctrico que recargue en Alemania tiene asociadas, aproximadamente, unas emisiones indirectas de 12,8 kg de CO2 cada 100 km. Esto tiene otra consecuencia: se necesita recorrer muchos más kilómetros para compensar la contaminación generada por la batería del vehículo.
Pese a lo anterior, los eléctricos siguen aportando una ventaja fundamental en los núcleos urbanos: no emiten dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) ni partículas en suspensión (PM), con lo cual contribuyen a tener un aire de mejor calidad en las ciudades. A costa, eso sí, de otro lugar a varias decenas o unos cientos de kilómetros (donde esté la central de carbón o ciclo combinado), y del total de la atmósfera. Mientras tanto, en plena transición verde la UE, Alemania sigue apostando por abandonar la energía nuclear (aunque pospondrá el apagón previsto para el 31 de diciembre) en pro de quemar carbón.