Cuando se trata de la revolución de las energías renovables, la percepción por defecto es lineal, pero la realidad por defecto es exponencial. El crecimiento de las nuevas tecnologías energéticas clave es exponencial. Ha sido en el pasado, y seguirá siendo en el futuro previsible. Las empresas y los países deben actuar con rapidez, ya que es difícil atrapar una curva exponencial desde atrás.
Para 2030, el debate será muy diferente.
Para 2030, las energías renovables dominarán las ventas de tecnologías de producción y consumo de energía . El premio verde será evidente. Las energías renovables baratas serán aún más baratas. La demanda de combustibles fósiles estará fuera de la meseta actual y en clara disminución. Las externalidades negativas de los combustibles fósiles se utilizarán cada vez más como armas. Los impactos climáticos serán más visibles. En 2023, es difícil imaginar cómo será esto, y mucho menos modelarlo en detalle.
Esto significa que debemos hacer todo lo posible para reducir nuestros horizontes de tiempo y concentrarnos en acelerar el despliegue de energías renovables clave. Cuatro tecnologías (solar, eólica, vehículos eléctricos y bombas de calor), en cuatro mercados (China, Estados Unidos, la Unión Europea e India), durante los próximos cuatro años, marcan la dirección. Mientras tanto, es vital que otras ubicaciones y tecnologías sigan un camino similar.