El Gobierno prepara una subida de la tasa que pagan las centrales nucleares para financiar los costes milmillonarios de desmantelar todos los reactores, de construir los cementerios nucleares necesarios y gestionar durante décadas todos los residuos radiactivos producidos por las plantas. El Ejecutivo acaba de suavizar su propuesta de subida y ahora contempla un alza del 30% de la tasa, frente al incremento del 40% inicial que defendía hace sólo unos meses.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se muestra firme en la defensa de que sean las eléctricas las que asuman los costes de desmantelar sus centrales nucleares y gestionar sus residuos, bajo el principio de ‘quien contamina paga’ y defiende también la subida de la tasa para cubrir todos esos costes.
"Se acabó el mito de que las nucleares son baratas", dice. La ministra recuerda que ahora hay momentos del día en los que algunas nucleares piden a Red Eléctrica reducir su producción "porque las cuentas no les salen", frente a instalaciones de renovables.