21 nov 2017

Cómo es vivir en Friburgo, la ciudad "más ecológica y sostenible" del mundo


Friburgo era gris como la ceniza, pero ahora es verde y quiere ser aún más verde.

Esta ciudad ubicada en el suroeste de Alemania, a los pies de la fabulosa Selva Negra, fue arrasada por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial y decidió reconstruirse con un solo propósito en mente: ser la urbe más ecológica y sostenible del mundo.

Y numerosos hitos ("el primero...", "el más..."), además de premios y certificaciones nacionales e internacionales, demuestran que lo ha conseguido en gran medida, si se compara con otros centros urbanos de la misma escala (cerca de 230.000 habitantes).

El aire que se respira es más puro que en otros sitios. Los lugareños se enorgullecen del bajo nivel de CO2 que emite Friburgo: según datos oficiales, han logrado reducirlo en un 20% desde la década de 1990 y aspiran a disminuirlo un ambicioso 50% en 2030.

Pero eso no es todo: a simple vista pudimos observar que edificios públicos, viviendas, negocios, industrias, instalaciones académicas y hasta iglesias y el estadio del club de fútbol local están cubiertos por paneles solares para asegurarse un suministro eléctrico renovable. Estamos en una de las urbes más soleadas de Alemania.

Gracias a esa y otras fuentes de energía verde, además de una política de construcción que apunta a la eficiencia, los edificios de Friburgo consumen un promedio de 65 kilovatios/hora por año, mucho menos que en el resto de Alemania y otras partes del mundo.

La primera pregunta que surge es cómo ha logrado ser tan ecológica esta ciudad ubicada en el estado federado de Baden-Württemberg.

"La mentalidad de la gente, su fuerte compromiso con la sostenibilidad, ha sido fundamental para conseguirlo", le explica a BBC Mundo el alcalde Dieter Salomon, quien —no sorprende— pertenece al Partido Verde.

"Friburgo es una de las cunas del movimiento ecologista en Alemania. Aquí el activismo medioambiental se remonta a los años 70, cuando los pobladores se levantaron contra una planta nuclear. El verde está en nuestro ADN".