Aunque deberíamos comenzar a familiarizarnos con él, es probable que el Renault Kwid no nos suene conocido. En su afán por acaparar nuevos clientes, la firma francesa desarrolló este urbano low-cost para mercados emergentes y ahora, en voz del CEO de Grupo Renault-Nissan, se confirma el desarrollo de una variante eléctrica.
La razón de su desarrollo se debe al elevado precio de los vehículos eléctricos globales del grupo, como el nuevo Nissan LEAF o el Renault Zoe. En mercados como Europa o Estados Unidos tiene sentido ofrecerlos, pero en China y algunos mercados emergentes, la propuesta mejor encaminada es la de desarrollar vehículos eléctricos de bajo costo.
De tal manera, Renault aprovechará la base del Kwid para introducir un motor eléctrico y ofrecer un vehículo accesible libre de emisiones contaminantes. Por ahora no se han especificado precios aproximados, cifras de potencia o autonomía, pero sí ha quedado claro su objetivo principal: China. Si tiene éxito, el proyecto podría expandirse hacia India, Brasil y Medio Oriente.