La empresa australiana Redflow apuesta por las baterías de flujo como solución para sistemas de almacenamiento para el hogar. Generalmente este tipo de batería se utiliza para grandes instalaciones, pero desde Redflow están fabricando baterías de zinc-bromuro con una capacidad de 10 kWh para aplicaciones residenciales.
Recientemente han instalado el que para ellos es el sistema aislado residencial aislado más grande hasta el momento, con un total de 60 kWh de almacenamiento mediante baterías y una instalación solar de 18,7 kW de potencia. Un instalación que ha tenido un coste similar al de levar la acometida eléctrica hasta la vivienda situada a 2,7 kilómetros.
Estas baterías además no renuncian a una garantía de 10 años incluso descargándola al 100% cada día. Incluso algunos fabricantes se atreven a decir que la batería durará más de 20 años sin sufrir degradación. Unas cifras impensables para tecnologías como el litio o el plomo.