Conclusiones:
Si algo evidencia este WEO es que el pico del petróleo y el pico del gas están ya aquí; se anticipan ya declives significativos de la producción de ambas materias primas energéticas (aunque sólo se explicitan en el escenario instrumental Desarrollo sostenible), y no debemos olvidar que estos dos combustibles fósiles suministran conjuntamente casi dos tercios de la energía primaria consumida anualmente.
La perspectiva de que el gas natural pueda tomar el relevo resulta un tanto inverosímil, pues justamente el comportamiento de los precios y la necesidad de recurrir cada vez más a recursos no convencionales, en un alto paralelismo con lo que pasó con el petróleo, es un claro síntoma de que también en esta materia prima estamos cerca de su punto álgido de producción.
Si se confirman las peores tendencias (cosa que para saberla tendremos que esperar aún unos pocos años), nos podríamos encontrar que a partir de 2020 las fuentes que proporcionan el 86% de la energía primaria que se consume en el mundo estarían en declive.
En este contexto, el grueso del WEO 2017 es material para la distracción y la discusión inane. No tiene sentido seguir perdiendo el tiempo analizando infinidad de detalles esencialmente menores, cuando no irrelevantes, justamente ahora que nuestras fuentes de energía están llegando al cenit y con ellas posiblemente nuestra civilización.