La Agencia Internacional de Energía ha presentado su Plan de Recuperación Sostenible que se centra en una serie de acciones que se pueden tomar en los próximos tres años para revitalizar las economías e impulsar el empleo al tiempo que hace que los sistemas de energía sean más limpios y resistentes.
Establecido en un Informe Especial sobre Recuperación Sostenible de la serie emblemática World Energy Outlook de la AIE, el plan ofrece una hoja de ruta del sector energético para que los gobiernos estimulen el crecimiento económico, creen millones de empleos y reduzcan las emisiones globales en un declive estructural. Al integrar las políticas energéticas en las respuestas del gobierno al shock económico causado por la crisis de Covid-19, el plan también aceleraría el despliegue de tecnologías e infraestructura modernas, confiables y de energía limpia.
En un análisis realizado en cooperación con el Fondo Monetario Internacional, el informe muestra que el conjunto de acciones de política e inversiones específicas durante el período 2021-2023 que se describen en el Plan de Recuperación Sostenible pueden lograr una gama de resultados significativos, en particular:
- impulsar el crecimiento económico mundial en un promedio de 1.1 puntos porcentuales al año
- crear aproximadamente 9 millones de empleos al año
- reducir las emisiones anuales mundiales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía en un total de 4.500 millones de toneladas al final del plan
Además, el plan ofrecería otras mejoras a la salud y el bienestar humanos, incluida una reducción del 5% en las emisiones de contaminación del aire, brindando acceso a soluciones de cocina limpia a alrededor de 420 millones de personas en países de bajos ingresos y permitiendo casi 270 millones de personas para acceder a la electricidad.
Lograr estos resultados requeriría una inversión global de aproximadamente 1 billón europeo de dólares anual durante los próximos tres años. Esta suma representa aproximadamente el 0,7% del PIB mundial actual e incluye tanto el gasto público como las finanzas privadas que serían movilizadas por las políticas gubernamentales.
La mayor parte de los millones de nuevos empleos creados a través del Plan de Recuperación Sostenible sería en la modernización de edificios para mejorar la eficiencia energética y en el sector eléctrico, particularmente en redes y energías renovables. Las otras áreas que verían un mayor empleo incluyen la eficiencia energética en industrias como la manufacturera, alimentos y textiles; infraestructura de transporte baja en carbono; y vehículos más eficientes y de nueva energía.