Urban Aeronautics, un fabricante de taxis israelí, ha entrado en cooperación con la nueva empresa californiana HyPoint para desarrollar su celda de combustible de hidrógeno en su avión de despegue vertical CityHawk.
Estéticamente, el CityHawk parece un automóvil de seis plazas, del tamaño de un SUV grande. Originalidad, para un avión, no tiene alas ni hélices. Urban Aeronautics ha integrado las hélices en la carrocería (en la parte delantera y trasera de la celda de pasajeros) y se autodenomina como «fancraft». Y todo por que el City Hawk puede aterrizar directamente en las calles, haciendo posible los vuelos de puerta a puerta. Un prototipo de motor híbrido ya ha volado con éxito en el verano de 2018. Se está desarrollando una nueva versión, impulsada por una celda de combustible.
El diseño de las celdas de combustible que son «turbo refrigerado por aire» de HyPoint expande radicalmente la potencia y la vida útil de los diseños tradicionales, convirtiéndolo en un componente de tren motriz liviano ideal para el uso de la aviación. El hidrógeno se está convirtiendo en una de las tecnologías más emocionantes en el mercado emergente de la aviación eléctrica, con una densidad de energía excepcional en comparación con las baterías de litio, así como un reabastecimiento de combustible súper rápido en comparación con las largas esperas en un cargador de batería.
Y aunque pueda parecer una idea un poco rocambolesca que no tiene futuro comercial ni viabilidad económica, hay otros modelos que llevan volando con éxito durante muchos años, como el avión militar Cormorant, que utiliza motores de turbina para una elevación sostenida. Y si el concepto llega a tener todos los permisos necesarios, es mucho más fácil imaginar que ‘esta cosa’ toque las calles de la ciudad que otros diseños que ocuparían varios carriles. Ciertamente, al principio se limitarán a los vertipuertos, pero el diseño de CityHawk podría ofrecer verdaderos vuelos de puerta a puerta si eso fuera posible en un sentido legal.