Alemania se ha puesto oficialmente a la cabeza de la carrera mundial para convertirse en "el número uno del mundo en tecnologías de hidrógeno", promoviendo hidrogeno basado solo en energías renovables en lugar del hidrógeno de combustible fósil, que es el que actualmente domina en esta industria. Después de medio año de debates interministeriales, el gobierno de Berlín ha adoptado hoy, finalmente, su estrategia nacional de hidrógeno, con inversiones previstas de al menos 9.000 millones de euros.
Estos son dos de los elementos clave de la estrategia: El gobierno alemán reconoce que "sólo el hidrógeno producido a partir de energías renovables es sostenible a largo plazo" y por lo tanto esta es la área prioritaria de inversión; y quiere contar con 10 GW de capacidad de electrólisis doméstica para el hidrógeno verde fabricado en Alemania para 2040 a más tardar; la mitad para 2030, incluida la capacidad adicional de generación de energía renovable necesaria.
En cuanto a usos, la prioridad es objetivo es emplear el hidrógeno en el transporte marítimo, la aviación, el transporte de mercancías pesadas y la industria (empezando por las industrias siderúrgica y química). Estos sectores serán los primeros en beneficiarse de los incentivos de mercado para hacer competitivo el hidrógeno verde, como las licitaciones de capacidades y cuotas de electrolizadores (7.000 millones de euros del paquete de recuperación).