La carrera por desarrollar gigafactorías en Europa ya cuenta con un segundo participante, después de Tesla y su intención de instalarse en Alemania. Se trata de la compañía noruega Morrow Batteries, una empresa conjunta entre Graphene Batteries y Agder Energy Ventures, que establecerá su nueva gigafábrica en el estratégico condado de Agder en su propio país. Su objetivo es «revolucionar la producción de baterías y establecer un suministro más sostenible para los fabricantes de automóviles europeos».
Tardará en ponerse en marcha tres años más que la de Elon Musk, pese a que las obras comenzarán el año que viene. Con una capacidad total de 32 gigavatios-hora (GWh), la fábrica constará de cuatro módulos iguales de 8 GWh. Inicialmente, la compañía planea producir celdas de batería basadas en la mejor tecnología convencional disponible. Sin embargo, también tiene como objetivo desarrollar e industrializar baterías de litio-azufre de próxima generación que mejorarán significativamente el rendimiento de la batería y reducirán significativamente su huella ambiental.
El equipo de I + D de Morrow ha trabajado durante casi una década para desarrollar la tecnología de litio-azufre y ha logrado avances tecnológicos significativos que han sido validados independientemente por el Instituto Fraunhofer. Además, pretende ser una de las fábricas de baterías más ecológicas del mundo. La preparación de precursores y la síntesis de material activo, la fabricación de células y el reciclaje de ciclo cerrado serán 100% alimentados por energía renovable (hidroeléctrica).
Las baterías de azufre de litio de Morrow utilizarán materiales depuestos de la industria petrolera noruega. La producción se diferenciará de la cadena habitual de hoy, que requiere minerales raros y el 97% de los cuales se lleva a cabo en plantas alimentadas con carbón en China, Japón y Corea del Sur.