Hay gente que tiene placas solares en casa, otra pone dinero en algún proyecto fotovoltaico y luego hay superinversores. Sergio Genicio tiene 44 años y vive en Vitoria. No le sobra el dinero, pero en la fotovoltaica ha encontrado la forma de ahorrar. "Tengo la suerte de tener un empleo fijo, y en el banco al final no sabes qué van a hacer con tu dinero, así que mis ahorros por ahora los tengo de esta forma, sé exactamente dónde van", cuenta. Desde 2013 Sergio ha invertido en unas 60 instalaciones fotovoltaicas, pero no se dedica a las finanzas ni nada de eso, trabaja como conserje en la ikastola Odon de Apraitz.
En un documental descubrió hace unos años la energía solar para producir electricidad. "Que pasada, pensé, estamos aquí quemando carbón y con unas plaquitas puedes generar energía". Se puso a indagar y le llamó la atención el proyecto Ecooo. Esta empresa de no lucro se dedica a comprar instalaciones fotovoltaicas ya construidas sobrecubiertas de edificios que están en mal estado, las pone a punto y después las abre a la inversión ciudadana. "Lo otro hubiera sido invertir en grandes plantas", comenta este vitoriano, "pero para el común de los mortales no es asequible, sin embargo, aquí se puede entrar desde 100 euros".