Este martes el Grupo Enagás ha dado a conocer su plan estratégico hasta 2030 en el que pretende llevar a cabo unas inversiones de cerca de 5.000 millones y que estarán marcadas por los tres nuevos proyectos de interconexiones o grandes gasoductos con otros socios europeos.
Pero para poder llevarlo a cabo y que la Comisión Europea apruebe dichos proyectos en marzo de 2023, Enagás y sus socios han preparado un plan para desarrollar dichas infraestructuras de tal manera que se asegure el suministro de gas y posteriormente de hidrógeno a otros países europeos.
En dicho plan que ya está presentado ante Bruselas, Enagás ha dado a conocer sus planes para las tres nuevas interconexiones.
La primera y más importante de ellas por su envergadura es la nueva interconexión a través de un gasoducto submarino entre España e Italia, más concretamente entre Barcelona y Livorno.
Con esta nueva infraestructura, España añadirá 10 bcm de capacidad de exportación de gas y que en algunos momentos podría alcanzar una capacidad punta de hasta 15 bcm al año.
Esta infraestructura tiene planificada su puesta en marcha allá por 2028-29. El socio de Enagás es la italiana SNAM y la instalación supondrá una inversión aproximada de unos 3.000 millones de euros.
Anteriormente, en 2025 Enagás tendría ya operativo el otro gran proyecto de interconexión que es el tercer gasoducto con Francia, a través de los Pirineos Orientales, desde Cataluña, también conocido hasta ahora como MidCat o Step 1.
Con este gasoducto, la capacidad de exportación seguiría aumentándose en unos 7 bcm anuales. Con esta infraestructura, a partir de 2030 dejará de suministrar gas para hacerlo únicamente con hidrógeno. Podría alcanzar un suministro de 21 bcm de hidrógeno hacia Francia, unos 2 millones de toneladas al año aproximadamente.
Pero para poder convertirse en un hub, no solo se vive de gasoductos, sino también de otras instalaciones como pueden ser las regasificadoras.
Por todo ello, por la capacidad de traer GNL a Europa, de poder exportarla tanto por buques como por tubo, España se convertirá en una pieza fundamental del nuevo mapa energético europeo.