En concreto, los hechos investigados por la AN se refieren al funcionamiento que la compañía realizó en sus centrales hidráulicas ubicadas en las cuencas del Duero, del Sil y del Tajo entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2013. «Iberdrola, con la finalidad de provocar una subida del precio de la energía eléctrica y perjudicar a los consumidores, ideó y puso en funcionamiento un sistema para incrementar el precio de la energía que vendía, más allá del que debiera resultar de la libre concurrencia de la oferta y la demanda», advierte el magistrado en su auto, según El Confidencial.
Las centrales de dichas cuencas se situaron en esas fechas a un «precio de mercado diario que impedía casar las operaciones» y esta situación determinó, según el auto, la «retirada de programación de las centrales referidas, esto es, dejaron de producir energía«.