Hay datos que son, sencillamente, demoledores. La capital belga y europea, su término municipal, instaló en 2015 más fotovoltaica que España entera: 51 frente a nuestros 49 MW. A este paso no vamos muy lejos. Pero en la presentación del informe anual 2016 de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) se perciben por primera vez en mucho tiempo posibilidades de cambio. Siempre que el Partido Popular que nos ha traído hasta aquí no lleve las riendas de la política energética.
La fotovoltaica fue la tecnología energética en la que más se invirtió en el mundo en 2015: hasta 161.000$. “Y lo que está empujando hacia arriba las inversiones fotovoltaicas que hacen los países es ya la competitividad, lograr los precios más bajos en las subastas”, La constante evolución tecnológica ha permitido que los precios sigan bajando, “en torno a un 15% el año anterior, y la caída acumulada en los últimos 10 años está entre el 75-80% en toda la cadena de valor”.