Juantxo López de Uralde, Equo |
La suma de mayorías en el Congreso va a generar cambios en muchas políticas en esta legislatura, y eso puede tener una influencia decisiva en materia energética. Bien es verdad que el gobierno ha dicho que solo asumirá aquellas decisiones del Parlamento que “se vea obligado a aceptar”, advirtiendo con ello que no va a ser fácil que cambien sus políticas. Sin embargo hay ya algunos acuerdos muy mayoritarios en el Parlamento que al gobierno le va ser muy difícil, sino imposible, eludir. Y el cambio de modelo energético puede ser uno de ellos.
Un indicador puede ser el llamado “impuesto al sol”. Eliminar este impuesto es quizás el asunto que genera mayor consenso fuera del PP, y hay una abrumadora mayoría social en favor de que se normalice el autoconsumo con balance neto. La suerte que finalmente corra en el Congreso la legislación sobre autoconsumo es algo que nos dará una pista de por dónde puede ir la política energética en esta legislatura.
Otro asunto que cuenta con un amplio acuerdo es el del futuro de la central nuclear de Garoña.
Pero la gran discusión pendiente es el horizonte 100% renovable y cómo llegar a él. Nuestro país es muy dependiente de la importación de recursos energéticos del exterior, pero sin embargo tenemos mucho sol y viento. No tiene sentido seguir retrasando el momento en que se apueste de forma clara y decisiva por el desarrollo de las energías renovables.
En los próximos cuatro años son muchas las cosas que deben cambiar. Hay motivos importantes para ello: por un lado la necesidad de dar respuesta al cambio climático, que no permite seguir esperando, y por otro la dependencia española de las importaciones energéticas que vuelve a pesar como una losa en el horizonte, con la más que previsible subida de los precios del petróleo.
Como decía Bob Dylan, la respuesta está en el viento; y también en el sol.