El Gobierno vetó el pasado viernes la proposición de ley que había unido a todos los grupos de la oposición en el Congreso (excepto Foro Asturias) en contra del denominado 'impuesto al sol'. Para echar por tierra la iniciativa legislativa que buscaba eliminar las principales trabas al autoconsumo, el Ejecutivo aduce a cuestiones presupuestarias.
De esta manera, la iniciativa suscrita por Unidos Podemos-En Comú-Podem-En Marea, PSOE, Ciudadanos, PNV, ERC, PDECat y Compromís y apoyada por Ciudadanos, que ya había presentado una proposición de ley similar, ni siquiera se debatirá en el Congreso.
La alternativa que les queda ahora a los grupos de la oposición es presentar un escrito de oposición a la decisión a la Mesa del Congreso, en la que el PP no tiene mayoría, para intentar que rechace el veto. La PL llegará a Pleno y el Gobierno, lo más probable, es que recurra al Tribunal Constitucional.
Al ser una ley estatal, continuaría con el proceso parlamentario, y se llevaría a la Comisión de Energía, donde se abriría un trámite de enmienda, se debatiría, se haría una transaccional y podría continuar su curso con la aprobación en Comisión o por vocación a Pleno. Una vez aprobada por la Cámara Baja, la Ley debería publicarse en el BOE y luego desarrollarse el reglamento, labores que debería realizar el Gobierno y el Ministerio de Energía, y es ahí donde podría encontrarse en un callejón sin salida.