Un estudio de la universidad de Twente y la universidad de ciencias aplicadas de Amsterdam muestra que los medidores de energía electrónicos, que están sustituyendo a los electromecánicos, pueden exagerar el consumo de energía hasta en un 582%. En los países bajos se estima que hay hasta 1.5 millones de estos medidores. En Estados Unidos, casi 70 millones. En ambos países hay quejas de los consumidores sobre subidas en la factura eléctrica al cambiar el contador.