La normativa europea permite a ciertas industrias contaminar sin pagar. Y a otras, comprar el derecho a emitir grandes cantidades de CO2 a precios que resultan casi irrisorios. La Unión Europea está revisando el mercado de emisiones de gases y lleva camino de que ese comercio (ETS) sea más atractivo para las empresas que pasarse a las energías limpias.
La organización Ecologistas en Acción es contraria al propio sistema ETS. Su responsable de cambio climático, Javier Andaluz, analiza que "prolonga la dependencia de los combustibles fósiles". Andaluz entiende que el comercio de derechos les sirve a las empresas para desentenderse de la eficiencia energética y las energías renovables y argumentar que "hay un uso sostenible del petróleo, el carbón y el gas".