Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía pueden reducirse en un 70% para 2050 y desaparecer completamente para 2060 con una perspectiva económica positiva, según los nuevos resultados publicados hoy por la Agencia International de la Energía Renovable (IRENA).
Si bien la inversión en energía necesaria para descarbonizar el sector energético es importante -29 billones de dólares hasta 2050-, apenas representa una pequeña parte (0,4%) del PIB mundial. Además, el análisis macroeconómico de IRENA sugiere que dicha inversión creará un estímulo que, junto con otras políticas favorables al crecimiento,
- Impulsará el PIB mundial en un 0,8% hasta 2050;
- Generará nuevos puestos de trabajo en el sector de las energías renovables que compensarían con creces las pérdidas de empleo en la industria de los combustibles fósiles, creando nuevos puestos de trabajo mediante actividades de eficiencia energética;
- Mejorará el bienestar social mediante importantes beneficios adicionales para el medio ambiente y la salud gracias a la reducción de la contaminación atmosférica.
En el informe se piden esfuerzos políticos para crear un marco propicio y rediseñar los mercados de la energía.