Hoy se cumplen seis años desde que un maremoto desencadenara el terrible accidente nuclear de Fukushima Daichii. El agua que inundó la tierra del Japón aquel 11 de marzo volvió a la mar, después de causar miles de muertes. La radiación continúa sin embargo instalada en aquellos pagos. Hace unas semanas, las autoridades introdujeron en uno de los reactores tres robots para tomar imágenes de su interior. Los tres quedaron totalmente destruidos al cabo de solo unas horas como consecuencia de la elevadísima dosis de radioactividad a la que se vieron sometidos.
Así, hoy, seis años después de la tragedia, Japón no sabe ni cómo ni cuándo podrá proceder a desmantelar los reactores. [En la imagen, detalle de la portada del informe Fukushima. el accidente y sus secuelas, que presentó Ecologistas en Acción].
La organización ecologista asegura que el Gobierno japonés está preparando el reasentamiento de la población en algunas de las áreas más contaminadas dentro de la zona de exclusión, conocidas como zona 1 y 2, "a pesar de que la radiación sigue siendo muy superior a lo aconsejable". Más aún: según Greenpeace, "los niveles [de radiación] en los bosques cercanos son comparables a los de la zona de exclusión de 30 kilómetros de Chernóbil, que más de 30 años después del accidente, quedó formalmente declarada como inhabitable".