No es la primera vez que lo consigue, acabar con los combustibles fósiles de una isla, pero sí es la primera vez que lo hace en territorio norteamericano. Tesla ha vuelto a obrar el milagro. Nadie pensaba hace años o incluso meses que una isla podría ser energéticamente independiente.
Pero ya es una realidad. Ya lo demostró la compañía de Elon Musk en las islas Fiji y en la isla de Taù, ambas en las antípodas. Ahora Tesla lo ha conseguido en la isla de Kauai, en el archipiélago de Hawaii (EEUU).
Concretamente, Tesla, a través de su filial de energía fotovoltaica ha construido una planta de 13 MW de potencia con más de 55.000 paneles solares en la isla.
Además, junto a la instalación, ha colocado hasta 272 unidades de PowerPack 2, el equivalente a 52 MWh, uno de sus mayores contratos de almacenamiento energético hasta la fecha.
Tesla abastecerá con energía fotovoltaica a toda la isla. En total, cerca de 30.000 usuarios que se verán beneficiados de manera exponencial en su factura eléctrica. La compañía ha firmado un contrato PPA a 20 años y suministrará la electricidad a un precio de 13,9 centavos kWh.