BloombergNEF espera que las adiciones de capacidad de energía limpia a nivel mundial aumenten al menos un 18 % en 2023, para alcanzar otro récord histórico con más de 450 GW.
Las perspectivas para la transición hacia las bajas emisiones de carbono siguen siendo muy brillantes. A nivel mundial, BNEF espera que las adiciones de capacidad de energía limpia aumenten al menos un 18 % en 2023, ignorando los problemas de la cadena de suministro y los retrasos en la interconexión para alcanzar otro récord histórico con más de 450 GW.
La energía limpia es más competitiva en costes que nunca, ya que los costes de los combustibles fósiles siguen siendo elevados, y los costes de las energías renovables están reanudando su descenso a largo plazo, con una caída media mundial de los costes nivelados de la energía eólica terrestre del 6,3% entre el primer semestre y el segundo semestre de 2022, de la energía eólica marina del 10,2% y de la energía fotovoltaica de eje fijo del 1,7%.
Las limitaciones de la cadena de suministro están disminuyendo y los precios de los insumos clave, como el polisilicio, el níquel y el cobalto, están bajando. Las ventas de vehículos eléctricos siguen aumentando y se prevé que alcancen los 13 millones en 2023, frente a los 10 millones de 2022 (más si se incluyen los autobuses y los vehículos medianos y pesados). El hidrógeno limpio será competitivo en costes antes de lo esperado, gracias a los elevados precios de los combustibles fósiles.
Lo que se necesita ahora es un impulso incesante para eliminar los obstáculos a la transición y la aplicación de políticas pragmáticas que puedan cumplir los objetivos que nos hemos fijado. Una mayor competencia entre países podría contribuir a ello: es señal de que los países ven las oportunidades de la transición energética más claras que nunca y se están preparando para llevarse su parte del pastel.
Se ha dicho que se necesitaría algo parecido a una movilización bélica para abordar con éxito el cambio climático. Tal vez sea eso lo que estamos empezando a presencia