Faltan instaladores (porque la demanda de autoconsumo es cada vez mayor) y hay una cierta preocupación en el sector ante la posibilidad de que pueda empezar a haber problemas de suministro de componentes. Pero, por encima de todo, hay optimismo (mucho optimismo) y ganas de crecer. De crecer haciéndolo bien.
El autoconsumo está en la cresta de la ola. En 2021 puso en marcha 1,1 gigavatios de potencia; en 2022 va camino de los 2,2; y, más aún: en el último Foro Solar, algunos expertos aventuraban, ya que la velocidad de crucero, “en el corto plazo”, podría alcanzar los cinco gigas año.