El mundo de las conversiones a coches eléctricos no es un algo nuevo. Sin embargo, sí lo es la forma que tiene esta start-up alemana, llamada e-Revolt, de realizar estas transformaciones.
Para que te hagas una idea, las tradicionales (y habituales) conversiones de un coche con motor de combustión a uno 100% eléctrico suelen tomar vehículos con bastantes años a sus espaldas y las transformaciones suelen llevar entre 2 semanas y 6 meses, en función de la dificultad del trabajo.
e-Revolt reduce los tiempos de forma considerable: asegura tardar de media un solo día en realizar dicha conversión, que está basada en vehículos más modernos. Es justo aquí donde radica el ‘truco’ de la compañía alemana, ya que sus procesos de conversión están limitados a una serie de marcas y modelos en concreto.
Hasta 42 modelos diferentes entran dentro del abanico de trabajo de estas conversiones tan veloces de e-Revolt, como el Volkswagen Golf utilizado como modelo, Seat León, Audi A3… Tres modelos, en este caso, que como sabrás comparten plataforma.
La clave del trabajo de e-Revolt está en utilizar un kit de talla única que se instala de forma sencilla aprovechando los apoyos comunes que ofrece el chasis de los coches de combustión en cuestión. Dicho kit incluye la batería, que aporta una autonomía eléctrica de entre 250 y 300 kilómetros, aunque los alemanes aseguran estar trabajando para mejorar este rendimiento.
¿Y el precio? La transformación utilizando este kit eléctrico cuesta entre 12.000 y 15.000 euros, que incluye además la digitalización ‘extra’ del interior, incorporando una pantalla con sistema multimedia adicional donde poder ver el rendimiento de la batería. e-Revolt también garantía estudiar el proceso de conversión a un vehículo eléctrico de otros modelos diferentes.
Así realiza e-Revolt la conversión a coche eléctrico
La start-up alemana utiliza una tecnología patentada de bastidor, motor y baterías, garantizando que la conversión realizada en los talleres certificados en su red sea legal y se ajuste a la normativa. Un flujo de trabajo innovador, escalable, rápido y que, además, garantiza la economía circular de los componentes utilizados.
Primero, e-Revolt y el taller en cuestión evaluarán minuciosamente con antelación si se puede realizar la conversión con todas las garantías, con una inspección física incluida. Una vez aceptado, se procederá primero a retirar el motor viejo y los componentes que no sean necesarios. Según la empresa alemana, tiene el compromiso de darles una segunda vida a estos componentes para poder ser «reutilizados en otras aplicaciones o su reciclaje responsable».
e-Revolt asegura el suministro de todos los componentes necesarios para el proceso de conversión al taller certificado: el marco «Plug and Play», el módulo e-CAN, tornillos, mangueras… y cómo no, motor eléctrico y batería. Para la conversión se seguirá un proceso «riguroso y estandarizado, cumpliendo todas las regulaciones legales relacionadas con el registro de vehículos de carretera», asegura la compañía en su página web.
De forma adicional, se digitalizará el salpicadero incorporando una pantalla nueva con un sistema multimedia desde el que acceder a las funciones del nuevo vehículo eléctrico, como el control de carga, autonomía restante, navegación, servicios conectados, etc.
Por último, se realiza con control de calidad por parte de una agencia independiente, que garantizará el «cumplimiento de las normas legales y los más altos estándares de seguridad».