BloombergNEF (BNEF) y el proveedor de sistemas de almacenamiento de energía en baterías Pylontech han publicado un informe sobre el mercado de almacenamiento de energía en baterías residenciales a finales de 2023, según el cual la capacidad mundial de almacenamiento de energía debe multiplicarse por 16,1 desde finales de 2022, hasta 720 gigavatios en 2030, para apoyar el objetivo mundial de triplicar las energías renovables que se está debatiendo antes de la COP28. El éxito podría ayudar a poner al mundo en la senda de la energía neta cero para 2050 y a alcanzar los objetivos climáticos de París.
Esta capacidad de almacenamiento de energía se necesita principalmente para trasladar la electricidad solar del día a la noche, pero también proporcionará regulación de frecuencia y otros servicios a la red. Se espera que las baterías residenciales reduzcan la necesidad de costosas actualizaciones de la red. En el escenario Net Zero de BNEF, la inversión necesaria para actualizar la red alcanzará los 777.000 millones de dólares en 2030, casi el triple de lo que se gastó en 2022.
Estas baterías residenciales no necesitan necesariamente un control centralizado para ayudar a las redes eléctricas mundiales a integrar las energías renovables. A nivel doméstico, una batería instalada con paneles solares se carga durante el día, cuando la energía solar se genera en exceso, y se descarga para abastecer el hogar más tarde por la noche, cuando suele haber más demanda. Esto también puede reducir la volatilidad de los precios en los mercados mayoristas de energía, ya que los patrones de carga y descarga de las baterías residenciales aplanan la carga neta, evitando la llamada “curva de pato” que aparece con altas penetraciones solares.
Ya existen ejemplos de esta “curva de pato” en Hawai y California (EE.UU.), el sur de Australia e incluso en un día soleado en los Países Bajos o España.