Desde mi punto de vista, para poder aprovechar el potencial del autoconsumo compartido, es preciso que la compensación de saldos entre consumidores pueda realizarse, como mínimo, de forma mensual, e idealmente, de forma anual, para poder combinar no solo las diferentes pautas de consumo diarias, sino también anuales (vacaciones en julio, en agosto, en diciembre…).
Así, volviendo al ejemplo de 4 copropietarios de la instalación con una cuota del 25%, lo óptimo sería que en caso de que todos necesiten el 25% de la energía en un momento dado, la energía se atribuya al 25% a cada uno, pero en el momento en que un consumidor no consume su parte, ese remanente debería repartirse entre el resto de copropietarios, y al final del año, se hace balance de cuánto ha autoconsumido cada copropietario y se establece una compensación entre ellos.
¿Qué tiene algunas complejidades operativas, porque se pasa de un modelo de intercambio energético bilateral (eléctrica-cliente) a uno multilateral (eléctrica-cliente1-cliente2)? Sin duda. ¿Qué son dificultades insalvables? En absoluto.