La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido la subida de impuestos al diésel como una medida de fiscalidad 'verde' y que se enmarca dentro del periodo de transición hacia una movilidad eficiente y sostenible que marca Europa y que ya han iniciado ciudades como París o Londres.
Ribera ha contestado al portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Guillermo Mariscal, en la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso que ha sido el propio presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quien se ha comprometido a que dicho gravamen no afecte a los conductores profesionales.
Sánchez confirmó a principios de mes que la subida de impuestos al diésel irá incluida en los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 y que de ella quedarán exentos los conductores profesionales, al tiempo que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, lo calificaba de "globo sonda" y que posteriormente rectificó.
"La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y todos los organismos internacionales alertan de la importancia de trabajar en esta dirección. No se van a ver afectados los propietarios de los coches de hoy", apuntó Ribera.