Según el consistorio valenciano, "los principales objetivos del proyecto ProSumE son la generación descentralizada de energía, eliminar los obstáculos a la autogeneración y dar un papel más activo a los consumidores y las consumidoras para que puedan producir, almacenar, compartir, consumir y vender en el mercado su propia energía". Según la Unión Europea -explican desde el Ayuntamiento-, es necesario que las personas tengan derecho a ser autoconsumidores/as de energías renovables, así como vender su excedente de producción "sin tener que pagar impuestos por consumir electricidad de producción propia".
Tal y como explica Gemma Fajardo, profesora titular de Derecho Mercantil e investigadora en el Instituto Universitario de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento, "la legislación española no hace referencia a la figura de prosumidor/a o autoconsumidor/a, aunque sí al autoconsumo de energía eléctrica. Al contrario de lo que marca la directiva de la Unión Europea, la legislación en España solo contempla al autoconsumidor como individuo y no como grupo (después de la sentencia del Tribunal Constitucional de junio de 2017)". Tampoco permite que la persona que autoconsume -informa el Ayuntamiento- pueda vender la energía que no consume o que le sobra, trabas todas "que tendrán que ser eliminadas legislativamente, como muy tarde, para cuando entre en vigor la directiva europea el 1 de enero de 2021".