Así, el análisis refleja la caída de los ingresos desde el año 2019, cuando la remuneración para los productores de energía solar era del 100% sobre el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista. En cambio, en la primera mitad de 2024 los ingresos han caído hasta el 60% sobre el precio medio del ‘pool’.
Este proceso por el que las compañías que venden energía reciben menos ingresos que el precio medio anual que marca el mercado se denomina como «canibalización de precios» y, según el BdE, «podría comprometer la cobertura de los costes fijos de instalación de estas tecnologías y el incentivo a dichas inversiones».
En este contexto se da otra circunstancia reseñable en cuanto al desigual avance de la energía eólica y la solar. La primera tecnología va más rezagada en su implantación a lo largo del país, mientras que el auge de la fotovoltaica la ha hecho crecer a mayor ritmo, hinchando una burbuja que ha terminado por pinchar este año.
El Banco de España destaca los beneficios de la suma de las dos para los precios del ‘pool’, dado «el carácter no lineal del impacto de la generación renovable en el precio de mercado», ya que «la coincidencia de ambas hace que el ahorro sea mayor que la suma de las contribuciones de cada una«