En vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente ya se puede afirmar que las renovables están firmemente establecidas como las fuentes de energía más importantes y competitivas en diversos países del mundo. Lo dice el último informe REN21, el Reporte de la situación mundial de las energías renovables 2016, que presenta el resumen anual más íntegro sobre la situación actual de las energías renovables.
Según REN21, “por cada dólar gastado en impulsar las energías
renovables, se gastaron casi cuatro dólares para sostener nuestra
dependencia a los combustibles fósiles”.
173 países ya se han fijado objetivos ambiciosos para lograr un alto
porcentaje de producción renovable en sus mix energéticos, mientras que
146 países cuentan con políticas de apoyo para su implantación. La
revolución está en marcha y muchas ciudades han enarbolado como
propio el movimiento “100% renovable” así como la aprobación de medidas de eficiencia energética, que se han puesto de moda en los países más desarrollados, especialmente en EEUU y en la Unión Europea.
La reducción de costes se ha convertido en el mayor factor
desencadenante de su sorprendente evolución. Los resultados de las
últimas subastas en la India y Chile han puesto de relieve que la
energía solar es ahora claramente la opción más barata en comparación
con nuevas centrales eléctricas de carbón. En Chile, donde la licitación
estaba abierta a todas las tecnologías, los proyectos de combustibles
fósiles no ganaron ni un solo megavatio de capacidad.