La vicepresidenta anunció una nueva ley contra el cambio climático
con el objetivo de cumplir los objetivos adoptados en la COP21 por toda
la Unión Europea. Hasta ahí, todo bien. Sáenz de Santamaría habló de
reducir emisiones. También dijo que hay que ser más eficientes. Mencionó
también la importancia de cumplir con los objetivos del 10% de
interconexiones tanto eléctrica como de gas. Pero ahí se quedó. De
renovables, ni una palabra. Es que ni por asomo.
¿Acaso apoyar a las renovables es malo? Con acciones de este tipo
desde luego que el Gobierno, en vez de atemperar la situación echa más
gasolina al fuego. Ellos sabrán. Se acercan las elecciones. Pero
deberían saber que sin renovables no se pueden lograr los objetivos de París.