Ni la crisis financiera –que no acaba de
morir–, ni las políticas –a veces demasiado timoratas, a veces incluso
retroactivas–, ni la caída en picado del precio del crudo… Nada parece
capaz de frenar la ola renovable. Naciones Unidas revelaba hace apenas
unas semanas que, en 2015, la inversión global en energías limpias
alcanzó los 286.000 millones de dólares,
la cifra inversora más elevada jamás registrada en el sector. Sí, hay
dinero y hay empleo. Y aquí debajo hay mucho conocimiento: muchas claves
–muchas llaves– con las que abrir ventanas de oportunidades.
Las renovables (sin contar la gran
hidráulica) sostienen casi 8 millones de puestos de trabajo a escala
global. Sí, hay oportunidades, muchas. Pero hay que estar preparado.
Como cada año, Energías Renovables repasa en mayo la oferta formativa en energías renovables -de másters y posgrados– que propone la universidad española.