Es discreto, compacto y sólo tiene capacidad de hasta 12 personas, pero los creadores de Ollie,
el minibús que puedes ver sobre estas líneas, tienen esperanzas en que
su proyecto puede revolucionar el mundo del transporte. La idea es
ofrecer a la gente "transporte bajo demanda":
cualquiera, desde su app, puede "llamar" a Ollie para que éste le recoja
y le lleve a donde desee. Como un Uber, pero eléctrico y sin conductor.
Sus creadores destacan otra ventaja de Ollie: la mayoría de sus componentes se pueden imprimir con una impresora 3D.
Su objetivo a corto plazo es conseguir que sea posible fabricar las
piezas de uno de estos minibuses en unas 10 horas y que su montaje no
supere otra hora adicional. ¿Y a largo plazo? Que haya cientos de
"micro-fábricas" que puedan producir estos vehículos por todo el mundo.