“Un hogar tipo, con una potencia en torno a los 3-4 kW (kilovatios),
necesitaría invertir unos 4.500 euros en la compra de 14 placas”, afirma
el presidente de la Unión de Española Fotovoltaica (Unef), unas cifras en las que coincide el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), Miguel Ángel Martínez.
“Buena parte de la inversión va destinada a pagar las baterías, el
componente más caro”, explica Martínez, quien destaca, no obstante, que
estos costes “son un 75% más baratos que en 2007” por las “enormes
mejoras” tecnológicas del sector.
Una vez hecha la inversión, Anpier calcula que, si se adopta “una
pauta de consumo programada y disciplinada”, se puede amortizar en 5
años, al tiempo que cree que en el corto plazo se puede llegar a
alcanzar un ahorro de hasta el 50% en la factura de la luz, respecto al
consumo tradicional.
En cambio, desde Unef afirman que el plazo de amortización “normal”
sería de 15 años con la ley actual y de 10 años sin ella, “por las
trabas y peajes a pagar que impone” y que a su juicio busca
“desincentivar el desarrollo de las energías renovables”.
Diego Pardo, de la Agencia EFE