Si en España no estuviera penalizado el autoconsumo energético por el conocido como impuesto al sol, cada explotación láctea podría ahorrar 6.000 euros al año con una instalación de paneles fotovoltaicos. Los beneficios serían aun mayores en granjas intensivas y en las comunidades de regantes del Mediterráneo. Sólo en el regadío español se podrían ahorrar más de 1.000 millones de euros anuales con paneles fotovoltaicos, según cálculos del proyecto Resfarm, coordinado por Unións Agrarias-Upa.
Resfarm es una iniciativa promovida por asociaciones agrarias del sur de Europa (España, Italia y Grecia) con el objetivo de impulsar la energía renovable en el campo como vía para reducir costes. En el proyecto, coordinado por Unións Agrarias-Upa, participan también en Galicia el Sindicato Labrego y la Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca), junto con la Universidad de A Coruña y socios tecnológicos y financieros.