Por primera vez desde 1979, los automóviles, camiones y aviones de EEUU emiten más dióxido de carbono que sus plantas de energía, según se puede apreciar en el siguiente gráfico de Sam Ori, director ejecutivo del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago:
La evolución de las emisiones que se refleja en el gráfico demuestra que Estados Unidos ha hecho progresos notables en la transición energética de su sector eléctrico desde 2005. Cada vez que se habla del crecimiento de las energías renovables o la caída de las emisiones en Estados Unidos, se hace referencia, en general, a su sector eléctrico.
Sin embargo, las plantas de energía son sólo un tercio de las emisiones de CO2 de Estados Unidos. El transporte, otro tercio (y ahora la fuente con mayor volumen de emisiones), sigue siendo un sector difícil de abordar. De hecho, desde 2013, las emisiones del transporte han ido evolucionando de nuevo al alza.
¿Por qué las plantas eléctricas han sido más fáciles de ‘limpiar’ que el transporte? Sencillamente, porque durante la última década, las compañías eléctricas han estado reduciendo las emisiones de CO2 de sus centrales mediante una transición a combustibles más limpios.