Actualmente en España no está regulado el balance neto ni la inyección a red.
Parece obvio que los usuarios de este tipo de instalaciones optarán por una tarifa discriminatoria para maximizar la rentabilidad de la inversión.
Este tipo de instalaciones tienen la ventaja de no requerir una gran inversión, comparada con instalaciones aisladas, pero, por otro lado, necesitan un control de energías más complejo.
A continuación se propone una estrategia de administración energética que optimice los recursos considerando los periodos de tarifa pico y valle.
El
objetivo de esta estrategia es minimizar el consumo de red en periodo
de tarifa pico y maximizar el aprovechamiento de la energía
producida.
Funcionamiento ideal;
En
tarifa valle se hace un aporte de energía de red que se almacena en
las baterías hasta un valor determinado (C inicial) por debajo de
la carga máxima de baterías. Con esta carga inicial se entra en
tarifa pico.
Durante
la tarifa pico la energía sobrante de las placas se almacena en las
baterías hasta su carga máxima. En ese momento, y debido a la caída
del sol, la carga de las baterías va disminuyendo hasta que llegan a
su carga mínima coincidiendo con el fin de la tarifa pico (t2).
Durante la tarifa valle el sistema se abastecerá principalmente de
red.
Durante
la madrugada, cuando las cargas son mínimas, se procederá a cargar
las baterías hasta la carga inicial para repetir el ciclo.
Caso A; Carga inicial excesiva
Como
se ha apuntado antes, el caso anterior era ideal. En la vida real nos
encontraremos desviaciones.
En
este caso, durante el periodo pico, se alcanza la carga máxima de
las baterías por lo que no se puede almacenar el exceso de
producción que no se consume.
Además
al final de la tarifa pico (t2) la carga de batería se encuentra por
encima de la carga mínima.
Por
lo tanto, se deduce que la carga inicial fue demasiado elevada.
Caso B; Carga inicial insuficiente
Caso B; Carga inicial insuficiente
En
este caso, durante el periodo de tarifa pico, la carga de batería no
alcanza la carga máxima.
Además
las baterías llegan a su carga mínima antes de que finalice la
tarifa pico, por lo que es necesario aportar energía de red para
mantener las cargas.
Por
lo tanto, se deduce que la carga inicial fue demasiado baja.
Por
supuesto, además de caso A y B podrían darse otros casos
intermedios que no entramos a valorar.
Parece
lógico pensar que durante el verano la instalación tenderá a
comportarse como en el caso A y durante el invierno como el caso B.
Por lo tanto el sistema debería ir calculando la nueva carga inicial
para adaptarse según sea necesario en función del resultado de los
días anteriores. De esta forma el sistema tendrá en cuenta la
variación de producción a lo largo del año y la variación de los
hábitos de consumo del usuario.
Sería
conveniente, además, definir un coeficiente de “fin de semana”
para considerar el exceso de consumo que se suele producir durante
esos días en una familia normal. Este coeficiente se calcularía
automáticamente según el histórico.