La masiva incorporación de energías renovables requiere del desarrollo de sistemas tecnológicos que ayuden a gestionar su gran variabilidad y que garanticen firmeza y flexibilidad al sistema eléctrico. Los sistemas de almacenamiento son una de estas tecnologías y, en España, el modelo económicamente más viable para las baterías a gran escala será el ligado a la generación renovable, especialmente la fotovoltaica. Es la principal conclusión del informe ‘El papel del almacenamiento en la transición energética’, elaborado por PwC y el Ciemat, y publicado por Fundación Naturgy, que se ha presentado hoy.
A 2030, España prevé que el 74% de la generación eléctrica sea renovable, para lo cual prevé incorporar 57 GW de potencia renovable y 6 GW de almacenamiento (2,5 GW de baterías), con el objetivo de cubrir parte de sus necesidades de respaldo y flexibilidad, según lo establecido en el PNIEC. La Estrategia de Almacenamiento publicada recientemente por el Gobierno considera hasta 20 GW la capacidad de almacenamiento prevista a 2030, “lo que indica la tendencia creciente de penetración de estas tecnologías en España para complementar la firmeza y flexibilidad del sistema eléctrico”, según el informe.
En este escenario, las baterías deberán formar parte de un mix de tecnologías de respaldo que permitan cubrir de forma eficiente todas las necesidades del sistema, ayudando a adecuar la oferta-demanda y colaborando además a aplanar la curva de precios. En este sentido, los análisis económicos realizados por PwC y el Ciemat indican que el modelo más viable para el desarrollo de baterías a gran escala en España será la hibridación con tecnología fotovoltaica.