La aerotermia engloba todos los sistemas que permiten extraer energía del aire. El más utilizado, consta de una bomba de calor aire-agua que nos permite calentar o enfriar el agua de nuestra vivienda. El único consumo eléctrico requerido es para hacer funcionar el motor del compresor, el cual por cada kWh que utiliza, es capaz de generar entre 3 y 4 kWh de energía calorífica.
La aerotermia se ha convertido en la energía del futuro para sustituir al gas natural así como a todos los sistemas de calefacción por combustión. Calificado como energía renovable, es el sistema que mayor confort ofrece al usuario, además, permite ahorrar hasta un 25% en tu factura de gas natural o hasta un 50% en el caso del Gasoil.
El precio de una instalación de aerotermia varía entre los 8.000 y 24.000 € dependiendo de los requisitos de nuestra vivienda. A pesar del alto coste inicial, el ahorro que proporciona siempre permite amortizar la instalación entre 5 y 12 años y siempre existe la posibilidad de financiar la instalación.
El factor con mayor peso en el precio de la instalación de aerotermia es el tamaño de la vivienda, ya que de este depende la potencia necesaria de la bomba de calor, la longitud de la instalación hidráulica y los metros de suelo radiante necesarios.
Algunos sistemas de aerotermia permiten utilizar radiadores convencionales, sin embargo, para poder aprovechar estos radiadores es necesario instalar dos cosas:
Una bomba de aerotermia de alta temperatura: alcanza la temperatura requerida por los radiadores convencionales (65-70 °C). Estos sistemas son más costosos y solo se utilizan cuando ya tienes radiadores convencionales instalados y no quieres cambiarlos.
Turbofans: ventiladores dispuestos sobre un bastidor que se enchufa a la corriente eléctrica y se acopla debajo del radiador existente para multiplicar la potencia de este. Esto permite que puedan trabajar a menos temperatura y sean más eficientes. También se puede aumentar el número de módulos del radiador.
También es posible que la instalación actual esté sobredimensionada o se haya mejorado el aislamiento de la vivienda. En estos casos, es posible que no haga falta instalar radiadores de baja temperatura, incluso con aerotermia estándar.
¿Aerotermia o gas natural?
La aerotermia es la tecnología más eficiente para calefacción, con la que se elimina la factura del gas y con la que se consigue ahorrar en la factura de la luz. Aun así, hay varios aspectos a tener en cuenta:
Consumo: la aerotermia supone un ahorro importante en las facturas si lo comparamos con el gas natural. Esta reducción puede ir desde un 25% hasta un 50% dependiendo del tamaño de la vivienda.
Coste instalación: lo más común en los hogares españoles es que ya tengan realizada la instalación para el gas natural y realizar el cambio puede resultar bastante costoso. Si se dispone de una instalación de gas natural con suelo radiante o baja temperatura el coste del cambio baja bastante.
El coste medio de una instalación completa de gas natural (instalación + calefacción) para una vivienda de unos 100 m2 es de 4.500 € mientras que con la aerotermia es de 12.000 €. Pero el ahorro anual, tanto de luz como de gas, hace que se pueda amortizar a medio plazo.
Tamaño de la vivienda: es un factor fundamental si un usuario se plantea instalar gas natural o instalar aerotermia. Ya que de este depende el equipo a instalar y el ahorro anual.
La bomba de calor tiene un precio elevado, por lo que solo es rentable instalar aerotermia en viviendas donde el consumo sea alto. Además, el coste del m2 del suelo radiante es menor cuanto más superficie se cubre, lo que favorece su instalación en inmuebles grandes.
Esto hace que la aerotermia solo sea factible en viviendas de más de 90 m2. En inmuebles de menor tamaño es más aconsejable instalar un sistema de calefacción a gas.
Medio ambiente: el gas natural es el combustible fósil que menos contamina. Aun así no puede competir con un sistema de energía renovable como es la aerotermia, cuyo único consumo es el eléctrico obteniendo un 400% de eficiencia (1 kW de entrada de electricidad lo convierte en 4 kW de energía calorífica).