En los últimos meses, se está viviendo una escalada de precios en los mercados de energía. Es un crecimiento a la par de los precios en varios mercados, entre ellos los mercados de electricidad, de gas y de derechos de emisión de CO2. El último episodio hasta ahora de esta tendencia al alza ha sido el cierre del mes de abril con precios récord en varios mercados de electricidad en Europa. Entre ellos el mercado ibérico MIBEL, donde se ha registrado el mes de abril con el precio promedio más alto de toda su historia, de más de 65 €/MWh, eso en un mes de abril que acostumbra a ser de precios moderados con el aumento de la producción renovable y la caída de la demanda por la llegada de las temperaturas más agradables de la primavera.
El caso de los precios de los derechos de emisión de CO2 merece una mención aparte. Desde diciembre de 2020, mes tras mes, están marcando récords históricos y las cotizaciones diarias ya rozan los 50 € por tonelada. Este rally alcista y su verdadera naturaleza, coyuntural o estructural, generan mucha incertidumbre sobre su evolución futura. Una incertidumbre que proyecta su sombra sobre los precios de los mercados de electricidad.
La otra cara de la moneda de este episodio de precios altos son los productores de electricidad. Para las energías renovables, precios altos en el mercado puede suponer una oportunidad de conseguir mejor financiación y un incentivo para inversiones en nueva capacidad de generación. Una capacidad de generación con energías renovables que a su vez ayudará a mantener los precios en equilibrio en el futuro.