El Gobierno ha firmado un protocolo de colaboración con el gigante danés del transporte marítimo Maersk para impulsar la producción de hidrógeno verde y biocombustible para el sector marítimo en España, con un ‘megaproyecto‘ para hacer del país un ‘hub‘ mundial, cuya inversión, con la participación de socios privados, puede ascender a unos 10.000 millones de euros, según estimaron en fuentes gubernamentales.
El acuerdo ha sido tratado este jueves en una reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el consejero delegado del Grupo A.P. MollerMaersk, Soren Skou, y diferentes altos directivos.
Durante el encuentro, han analizado el papel de España, dentro del proyecto global de producción de combustibles verdes de la mayor naviera del mundo, después de haber sido elegido como uno de los países clave en sus planes de descarbonización.
En concreto, el desarrollo de este proyecto sería en dos zonas portuarias de Andalucía y Galicia –aún por determinar–, ya que reunirían las condiciones para acoger dos plantas para la producción de combustibles verdes y se presentan como estratégicas para el desarrollo de una red mundial para impulsar la producción de combustibles sostenibles para el transporte marítimo.
El objetivo de la compañía danesa pasaría por alcanzar una producción de dos millones de toneladas de metanol verde para el transporte marítimo en 2030. El desarrollo sería en tres fases, en una primera, hasta 2025, se alcanzarían las 200.000 toneladas, para incrementarla hasta el millón de toneladas en 2027 y en 2030 estar ya produciendo esos dos millones de toneladas de metanol verde.
El proyecto abarcaría toda la cadena de valor, desde la producción de energía renovable hasta el ‘bunkering’. Además, la intención de la naviera es crear un ecosistema de hidrógeno verde completo, junto con las universidades, las empresas locales y otros socios.
El presidente del Gobierno destacó que este proyecto “se alinea perfectamente con la estrategia de España de reindustrialización, de transición energética justa y a la hoja de ruta del hidrógeno
verde, avanzando en el cumplimiento del compromiso común de descarbonización de la Unión Europea”.
El Gobierno no descarta entrar como inversor estratégico en el proyecto, que se prevé que pueda generar unos 85.000 empleos –entre directos e indirectos y en la fase de construcción–, según añadieron las mismas fuentes gubernamentales, que consideraron que se trata de “un proyecto estratégico de país”, ya que puede anticipar una reconfiguración de las rutas marítimas con las zonas donde va a estar localizado el suministro de estos biocombustibles.
Además de la posibilidad del Gobierno de entrar como inversor, el proyecto también aspirará a los fondos europeos existentes para impulsar el hidrógeno verde.