... Con todo ello, este año se ha logrado en España un máximo en la contribución renovable del 46%. El año pasado fue del 44%. Teniendo en cuenta estos porcentajes, resulta difícil mostrarse escéptico ante una solución renovable para nuestro país. De seguirse este grado de penetración, en tan solo 10 años, dos tercios de nuestra demanda eléctrica estaría satisfecha con energías verdes. España es el único país europeo cuyo nivel de radiación solar y orografía permiten la instalación deseada de plantas fotovoltaicas. Me permito dudar del cuestionado sistema eléctrico francés basado en energía nuclear si su nivel de radiación permitiera inundar sus vastas llanuras de paneles fotovoltaicos.
Resulta llamativo que, ahora que España se está acercando a la autonomía eléctrica y el presidente de Tesla sugiere que España se convierta en el generador de energía fotovoltaica para Europa, se plantee reforzarlas hasta ahora muy débiles interconexiones de España con Europa. No sé por qué me viene a la cabeza un conocido dicho: por interés te quiero …… (André, en francés…).
Con todo esto, solo he querido demostrar que nuestro largo y azaroso camino en las renovables es el acertado. Su consecución es, en cierta medida, un regalo de la naturaleza, ya que nos ha obsequiado con un sol que, además de una alegría de vivir y un montón de dinerito fresco que entra a nuestras arcas cada año por el turismo, nutre a todas las plantas fotovoltaicas que lo requieran. E independientemente del motivo, el hecho de reforzar nuestras líneas y estar más interconectados con Europa es, sin duda, una noticia positiva.