La tecnología de electrolito de estado sólido permite una mayor densidad energética, mayor seguridad y también un considerable aumento de la vida útil de la batería. Ahora, la empresa estadounidense Amptricity ha comenzado a comercializar un modelo de uso residencial.
Mientras la industria del automóvil sigue trabajando para incorporar las baterías de estado sólido a sus vehículos, algo que no es probable que pase hasta el final de esta década, Amptricity acaba de lanzar al mercado el primer sistema de almacenamiento de energía para el hogar con estas características.
La empresa estadounidense ha confirmado este hito en la industria, ofreciendo un producto que destaca por mejorar notablemente las prestaciones y cualidades de todo lo que hasta ahora se ofrece en el mercado.
Las baterías de estado sólido llevan años siendo desarrolladas por la ciencia y la industria de la energía, pues ofrecen numerosas ventajas con respecto al resto de productos existentes en la actualidad. En concreto, las ventajas principales de las baterías de Amptricity son:
- Seguridad: al no utilizar electrolito líquido, no son explosivas, tóxicas ni inflamables.
- Ahorro de costes: carecen de sistemas de enfriamiento y de mantenimiento.
- Sostenibilidad: tecnología 100 % reciclable.
- Longevidad: vida útil de hasta 35 años y 11.000 ciclos de carga.
Otro de los puntos a favor de las baterías de estado sólido es que ofrecen una mayor densidad energética, en este caso 377 Wh/Kg. Esto permite ofrecer un rendimiento elevado con unidades más compactas y ligeras.
Igualmente, el rango de temperaturas de funcionamiento de estas baterías es mucho más amplio y se sitúa entre los -40 ºC y los 55 ºC. Esta cualidad es clave a la hora de instalar el sistema, tanto en el exterior como en el interior de una vivienda.
Esto también influye en una degradación de la batería mucho más pausada, ya que es capaz de soportar condiciones extremas. Gracias a ello, Amptricity ofrece al cliente 25 años de garantía y una vida útil de al menos 11.000 ciclos de carga.
Como es de esperar, acceder a una tecnología pionera y de última generación sale caro. En el caso de la batería de estado sólido de Amptricity, esto se traduce en un precio de 19.990 dólares para la unidad de 12 kWh. Por su parte, la de 24 kWh cuesta 37.990 dólares y la de 64 kWh asciende hasta los 73.999 dólares.