La actual crisis energética está sirviendo a Europa para ver la urgente necesidad de dejar de depender de las fuentes fósiles externas. Algo que ha acentuado la guerra de Ucrania y que ha disparado a unas energías renovables que han visto como los plazos de amortización de los nuevos proyectos se hundían, y con ello se disparaban las nuevas inversiones.
Y es que como todos hemos podido ver, el precio del MWh se ha convertido en tema de conversación como nunca lo había hecho, con picos históricos que han llevado el precio de la electricidad a romper sus máximos. Algo provocado principalmente por el incremento del precio del gas.
Esto ha tenido como resultado un giro de 180 grados de la Unión Europea, e incluso cambios en Estados Unidos menos expuesto energéticamente, pero que ha visto que las fuentes limpias son el futuro económico.
Como ejemplo, las cifras de las inversiones de capital que han aumentado significativamente este año, donde según los datos de la consultora Rystad Energy se prevé que alcancen los 494.000 millones de dólares en todo el mundo. Algo que supondrá superar los 446.000 millones de dólares que recibirán petróleo y gas conjuntamente. Algo que supone que por primera vez la inversión en energías renovables será mayor que en petróleo y gas.
La cuestión es que la tensión en las redes logísticas y de suministros debería haber provocado un incremento de los costes y una reducción de la rentabilidad de las instalaciones solares y eólicas. Pero la situación ha sido totalmente diferente y la rentabilidad se ha disparado hasta cifras nunca vistas.
Los análisis de Rystad Energy muestran que los precios al contado actuales en Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, dan como resultado amortizaciones de las instalaciones solares o eólicas de 12 meses o menos en casos como Alemania. (+)