Un reciente estudio de la Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda, ha revelado que los aerogeneradores eólicos compensan las emisiones de carbono generadas durante su ciclo de vida en apenas 1.5 años de operación.
Este análisis abarca todas las etapas, desde la fabricación de las partes individuales de las turbinas hasta su reciclaje, y se comparó con datos de turbinas de gas de ciclo combinado.
Publicado en el Journal of the Royal Society of New Zealand, este estudio se basa en datos sobre la construcción y el reciclaje de aerogeneradores.
Los investigadores examinaron un parque eólico en Hawkes Bay, evaluando cada fase: la fabricación de componentes, el transporte al lugar de instalación y el desmantelamiento final del parque. Los resultados mostraron que en solo seis meses, una turbina eólica puede generar la energía necesaria para cubrir su propia fabricación, instalación y desmantelamiento.
La energía eólica juega un papel crucial al desplazar significativamente la generación de electricidad a partir de plantas térmicas o de ciclo combinado, gas, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero de la red eléctrica. Este hallazgo subraya la eficiencia ambiental de los parques eólicos terrestres y su importancia en la transición hacia energías más sostenibles.
El estudio utilizó datos del parque eólico Harapaki, actualmente en construcción, que tendrá 41 turbinas con una capacidad instalada de 176 MW. Se descubrió que los datos a menudo sobrestima las emisiones de las obras civiles y subestima las emisiones durante el transporte en la huella de carbono de los parques eólicos terrestres.