Según un nuevo informe de DNV, la demanda mundial de electricidad se duplicará para 2050 a medida que vaya disminuyendo la dependencia mundial de los combustibles fósiles. El informe New Power Systems concluye que el camino hacia un sistema energético descarbonizado requiere una expansión significativa de la red, soluciones para su congestión y nuevos modelos de negocio para adaptarse a la creciente demanda de electricidad y la generación a partir de energía eólica y solar.
El informe también concluye que la expansión de la red es asequible, gracias a la creciente eficiencia en la tecnología de la red y al aumento de la carga eléctrica. DNV espera que los cargos de la red global transferidos a los consumidores se mantengan estables o disminuyan a largo plazo.
El crecimiento económico mundial y la electrificación del transporte, la calefacción y la industria serán los principales impulsores del aumento previsto de la demanda mundial de electricidad.
Además, también se espera que el desarrollo de centros de datos, en particular para aplicaciones de IA, contribuya a este aumento, ya que la IA tiene un potencial considerable para introducir eficiencias tanto en el suministro como en el uso de energía.
Según el informe, a mediados de siglo, la electricidad constituirá el 37% del uso final de energía mundial, lo que supone un aumento sustancial desde el 20% en 2023. Este repunte irá acompañado de un cambio espectacular hacia las energías renovables: se prevé que la energía eólica y solar generarán la mitad de la electricidad mundial para 2040 y el 70% para 2050.
La trayectoria de descarbonización predice que casi el 90% de la electricidad provendrá de fuentes no fósiles para 2050.