14 jun 2024

La demanda eléctrica mundial para vehículos eléctricos se multiplicará por siete hasta 2030

A pesar de una notable desaceleración en la industria de los vehículos eléctricos (EV) en 2024, se han logrado avances significativos en su adopción durante la última década.

Una investigación de Finbold, utilizando datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), encontró que la demanda mundial de electricidad derivada del uso de automóviles eléctricos se disparó un 3.630,77%, de 2.600 gigavatios hora (GWh) anuales en 2013 a 97.000 GWh en 2023.

Además, las proyecciones basadas en el Escenario de Políticas Declaradas (STEPS), que utiliza las tendencias actuales y las políticas programadas, indican que la demanda mundial de electricidad derivada de la adopción de vehículos eléctricos aumentará otro 631,96% para 2030, alcanzando los 710.000 GWh.


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La adopción de vehículos eléctricos por sí sola no es suficiente
Otra forma de enmarcar los importantes niveles de adopción de vehículos eléctricos es la reducción de la necesidad de petróleo derivada de las personas que conducen coches eléctricos.

Utilizando la conversión bruta (un barril de petróleo es suficiente para producir aproximadamente 1.700 kWh de electricidad), la demanda actual de electricidad de los vehículos eléctricos equivale a aproximadamente 57 millones de barriles de oro negro al año.

Dado el aumento proyectado de las necesidades de automóviles eléctricos, esta cifra aumentará a casi 420 millones de barriles para 2030.

La Agencia Internacional de Energía estima un impacto aún mayor, situando el desplazamiento de petróleo debido a la adopción de vehículos eléctricos en 255 millones de barriles en 2023 y lo proyecta en 2.847 millones en 2030.

Aun así, vale la pena recordar que se estima que el mundo habrá quemado unos 37 mil millones de barriles de petróleo en 2023 y más de 11 mil millones para el transporte por carretera.

Inversiones
Además, los propios vehículos eléctricos están lejos de ser la solución completa. Gran parte de la electricidad producida para alimentar los vehículos eléctricos sigue generándose mediante la quema de combustibles fósiles, y la extracción de litio (un material clave utilizado en la producción de baterías de iones de litio) sigue siendo un tema muy controvertido.

No obstante, el informe de 2023 de la AIE indica que las inversiones en energías limpias, como la solar, han superado decisivamente las inversiones en combustibles fósiles.

Cuando se combinan con otras posibles fuentes de energía, como la fusión nuclear, ejemplificada por el Reactor Experimental Termonuclear Internacional (ITER), es probable que los vehículos eléctricos tengan un impacto aún mayor