BMW ha hecho público que su intención es que dentro de 10 años todo coche que produzca sea eléctrico o, en su defecto, híbrido. La maniobra afectará a toda su gama de vehículos, aunque todavía no está claro que parte será eléctrica al 100% y qué parte utilizará algún tipo de motor convencional complementario.
Los motivos se deben fundamentalmente a las regulaciones cada vez más estrictas por parte de la Unión Europea, Norteamérica y China, según reporta Reuters.