Un investigador del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) ha estudiado el impacto de la transición del queroseno y otras fuentes contaminantes a los sistemas de energía solar LED fuera de la red como fuentes de iluminación en el mundo en desarrollo y la conclusión es que esta tendencia podría crear dos millones de nuevos puestos de trabajo en estas regiones.
Suponiendo una vida útil de tres años y el destino de tres luces de energía LED por hogar, se podrán generar dos millones de puestos de trabajo solo entre “los más pobres de las regiones pobres “, lo cual está muy por encima de los 150.000 puestos que supondría mantener la situación actual.
Y la energía solar trae mayores beneficios para la salud, el medio ambiente y la seguridad en el empleo, dijo Mills, sobre todo en un sector donde abundan el mercado negro, el contrabando y el trabajo infantil. “Estos nuevos empleos solares serán mucho mejores puestos de trabajo, más legales, más sanos y más estables”.
Otros beneficios incluyen el simple hecho de que las linternas solares son más atractivas, asequibles, robustas, portátiles y resistentes, y de hecho producen más luz, lo que resulta más adecuado para el estudio y el trabajo durante las horas de oscuridad.